¿Qué es la Santa Compaña?
Propia de Asturias y por supuesto de Galicia, la leyenda consta de la aparición de una fila de encapuchados fantasmales cuya función no es otra que la de visitar o poner en aviso de una futura defunción.
La Santa Compaña conlleva un significado, un mensaje que debe ser entendido por aquellos que, por desgracia, tienen la “fortuna” de cruzarse con la Procesión. Aunque las personas que han sido testigo de su aparición abundan, la leyenda por todos conocida destaca por el cómo y el qué, siendo éstas las principales características responsables de insuflar respeto ante la sola idea de cruzarnos con el desfile de espectros.
La Santa Compaña aparece encabezada por una persona viva, un mortal que en sus manos lleva desde una cruz, pasando por un caldero con agua según algunos testigos. Junto a éste, le siguen varios encapuchados en una perfecta fila que queda acompañada por cánticos y rezos. Portando una vela, así como una pequeña campanilla, la Santa Compaña dará el pistoletazo de salida a su marcha en plena noche, levantando a su paso una densa niebla, viento y por supuesto olor a cera.
Seguramente ahora os estaréis preguntando, “y esa persona elegida para dirigir a la Procesión, ¿Quién es?”. Según explica la leyenda, además de unos pocos elegidos que han presenciado el fenómeno, el mortal que encabeza la hilera de ánimas moría pocos días después, debido a un repentino agravamiento en su estado de salud o bien traspasaba su cruz al desafortunado testigo que se cruzaba con la Santa Compaña, siendo éste el nuevo “cabecilla” de la comitiva.
Tranquilos, que en caso de que os crucéis con las ánimas en algunos de vuestros Caminos en la noche, escapar de ella tiene solución. Desde realizar un círculo e introducirnos en él, pasando por tumbarnos boca abajo en el suelo, rezar y la vía más fácil… salir corriendo.
Por todos es sabido que Galicia es conocida por sus leyendas, siempre a medio camino entre la magia y los cuentos; pero la Procesión de Ánimas se ha ganado a pulso el ser no sólo posiblemente la historia que mayor pasión y respeto infunda en nuestro país; sino también una de las que a más oídos ha llegado fuera de España. A todo ello hay que sumar dos noches clave que incrementan las posibilidades de encuentro: San Juan (23 al 24 de junio) y Todos Los Santos (31 de octubre al 1 de noviembre).